lunes, 15 de diciembre de 2014

El adolescente violento

"Cuando se es joven, se es joven para toda la vida" Pablo Picasso
La pubertad marca el fin del periodo de latencia y, debido a sus características, es el escenario ideal donde se pueden reactivar las huellas o marcas inscritas en la psique durante los primeros años. La pubertad y la entrada a la adolescencia acarrean una serie de crisis que pueden ocasionar que las neurosis más o menos latentes se declaren con cierta violencia o urgencia; un colapso que puede desarrollar mecanismos de defensa psicóticos y una eclosión pulsional que puede revivir ciertas fuerzas pulsionales reprimidas en los padres y un levantamiento parcial de la represión (Mannoni, Deluz, Gibello & Hébrard, 1996).