lunes, 15 de diciembre de 2014

El adolescente violento

"Cuando se es joven, se es joven para toda la vida" Pablo Picasso
La pubertad marca el fin del periodo de latencia y, debido a sus características, es el escenario ideal donde se pueden reactivar las huellas o marcas inscritas en la psique durante los primeros años. La pubertad y la entrada a la adolescencia acarrean una serie de crisis que pueden ocasionar que las neurosis más o menos latentes se declaren con cierta violencia o urgencia; un colapso que puede desarrollar mecanismos de defensa psicóticos y una eclosión pulsional que puede revivir ciertas fuerzas pulsionales reprimidas en los padres y un levantamiento parcial de la represión (Mannoni, Deluz, Gibello & Hébrard, 1996).

Jean Claude Maleval (2002), considera a la adolescencia como una construcción social más que una etapa del desarrollo, sin embargo, reconoce la importancia de la pubertad en la resignificación de huellas (de carácter traumático):
"Lo que había permanecido en estado de una huella adquiere en la pubertad un sentido nuevo".
Para Anna Freud (1976), la pubertad representa el momento en el que se lleva a cabo una modificación cualitativa y cuantitativa de los instintos que altera la distribución de fuerzas dentro del sujeto movilizando a todos los mecanismos defensivos para proteger al Yo. Todo el empuje pulsional, los diferentes tipos de duelo que necesitan elaborar y las modificaciones en la economía libidinal influyen directamente en la forma en la que los sujetos afrontan los acontecimientos del mundo exterior, los cuales pueden representar las condiciones suficientes para el desarrollo de síntomas dependiendo de su intensidad, exteriorizados a través de un tipo particular de lenguaje: el lenguaje de acción, expresión característica del funcionamiento psíquico de esta etapa del desarrollo. El lenguaje de acción es una puesta en sentido, la repetición y la compulsión re-escenifican aspectos traumáticos infantiles en un intento de metabolizar a posteriori los puntos de fijación inscritos en el aparato psíquico (Nin, 2004; Rabain, 2002); o bien, escenifican aquello que se siente que se ha padecido, como un intento de recuperar el dominio a través del padecimiento (Flechner, 2003). Cuando esta puesta en sentido de los conflictos de lo originario fracasa, la desorganización psíquica del sujeto aumenta, llevándolo a actuar aquello que no está en posibilidades de representar:
Y cuando fracasa ese encadenamiento representacional que posibilita el surgimiento del sentido mediante la resignificación, el exceso de excitación lleva a las más diversas formas de actuación, así como a diferentes manifestaciones somáticas por un cortocircuito psique-soma, depresiones importantes y un tipo de angustia desbordante que en la vivencia del paciente se vincula al riesgo de una verdadera muerte psíquica (Schkolnik, 2005).
Adolescentes+Violentos

Violencia, agresividad, rebeldía, ausencia de límites, conductas de riesgo, es decir, pasajes al acto ocasionados por el exceso de excitación que no es ligada, es lo que se escucha comúnmente como motivo de consulta en la clínica con adolescentes. La falta del trabajo psíquico de ligazón con las representaciones palabra, puede llevar a los adolescentes a expulsar el dolor y la frustración a través de actuaciones violentas con el objetivo de escapar de aquella muerte psíquica, mediante la reconstrucción de la situación en donde se sintieron amenazados por ella. Es responsabilidad del terapeuta sensibilizar a los padres de familia de que no hay "rebeldes sin causa", para que puedan comprender que el adolescente violento es un adolescente que sufre, y que su comportamiento es la única herramienta que tiene a la mano para pedir ayuda.

   
- Flechner, S. (2003). De agresividad y violencia en la adolescencia. Revista Uruguaya De Psicoanálisis, (98): 163-183.
- Freud, A. (1976). Psicoanálisis del desarrollo del niño y del adolescente. Buenos Aires: Paidós.
- Maleval, J. (2002). La forclusión del nombre del padre. Buenos Aires: Paidós.
- Mannoni, O., Deluz, A., Gibello, B., & Hébrard, J. (1996). La crisis de la adolescencia (3ª ed.). Barcelona: Gedisa editorial.
- Nin, A. (2004). Algunas peculiaridades en el tratamiento psicoanalítico de pacientes adolescentes. Revista Uruguaya De Psicoanálisis. (99), 153-168.
- Rabain, J. F. (2002, octubre 10). Confére l’adulte: Le maternel et la construction psychique chez Winnicott. Société Psychanalytique De Paris.
- Schkolnik, F. (2005). Efectos de lo traumático en la subjetivación. Revista Uruguaya de Psicoanálisis: Asociación Psicoanalítica Del Uruguay, (100), 73-90.

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